LA JETÉE, DE CHRIS MARKER
La Jetée es una película de veintiocho minutos de duración dirigida por el cineasta francés Chris Marker en 1963. Mediante imágenes fijas en blanco y negro se muestra el pasado, presente y futuro vividos por el protagonista y contados por un narrador ajeno a la historia. El montaje de imágenes estáticas dota al relato de significado unitario llegando incluso a simular el movimientos mediante la superposición de éstas.
El contraste visual y sonoro y las alusiones en el discurso del narrador sitúa al espectador en los distintos tiempos en los que se mueve el protagonista de La Jetée. El tiempo de la memoria formado por imágenes documentales, el presente asentado en el contraste de iluminación, y el futuro basado en el uso de música tensa, enmarcan tiempo y espacio en el relato. Memoria y presente se unen al final del film en un mismo tiempo.
El montaje se centra en la distinción de tiempos situando el de la memoria como punto de partida. El corte es la base del montaje dentro de cada período particular, mientras que la fusión de imágenes se encarga de diferenciar pasado, presente y futuro. La superposición de rostros de distintos tiempos hace que el espectador entienda el paso de la memoria al presente. Todas estas características hacen de La Jetée un relato basado tanto en la diferenciación como en la relación de tiempos.
El contraste visual y sonoro y las alusiones en el discurso del narrador sitúa al espectador en los distintos tiempos en los que se mueve el protagonista de La Jetée. El tiempo de la memoria formado por imágenes documentales, el presente asentado en el contraste de iluminación, y el futuro basado en el uso de música tensa, enmarcan tiempo y espacio en el relato. Memoria y presente se unen al final del film en un mismo tiempo.
El montaje se centra en la distinción de tiempos situando el de la memoria como punto de partida. El corte es la base del montaje dentro de cada período particular, mientras que la fusión de imágenes se encarga de diferenciar pasado, presente y futuro. La superposición de rostros de distintos tiempos hace que el espectador entienda el paso de la memoria al presente. Todas estas características hacen de La Jetée un relato basado tanto en la diferenciación como en la relación de tiempos.